viernes, 19 de octubre de 2007

Diez buenas razones para votar Gaspar Llamazares.



Introducción

Convendría aclarar en primer lugar, que estamos eligiendo el candidato/a de Izquierda Unida a la presidencia del gobierno. Es decir, estamos ante un proceso de consulta interna para tomar una decisión que mejore al máximo nuestras oportunidades electorales. No es una decisión sobre el coordinador general (eso queda para la asamblea) y tampoco lo es sobre el conjunto del proyecto.

El proyecto sigue siendo el que decidimos democráticamente en la última Asamblea y el desarrollo posterior en nuestros órganos de decisión política: la Presidencia Federal y el Consejo Político Federal. Cualquier pretensión de presentar la elección en curso como un debate de proyecto o como un anticipo de la Asamblea equivoca los objetivos y sugiere un comportamiento profundamente antidemocrático.

Y es una elección cuyo resultado debe preservar aquello que forma parte de nuestra identidad, de nuestros orígenes, aquello que da sentido a Izquierda Unida desde el primer día de su surgimiento: su pluralidad, su autonomía, su ideario alternativo, transformador y republicano, su compromiso con el cambio social y económico, su perspectiva socialista y su diversidad ideológica. Esta elección debe asegurar que el resultado preserva y desarrolla el ideario original y originario de Izquierda Unida.

Primera razón

IU ha sido durante este período una fuerza política decisiva en los cambios legislativos que están contribuyendo a mejorar la vida de las gentes: ley de la dependencia, siniestralidad laboral, educación infantil…. Sin nuestra participación esas leyes no tendrían el alcance y las repercusiones sociales que tienen y tendrán. Esa estrategia de oposición influyente y exigente ha sido defendida desde la última Asamblea de IU, impulsada por sus órganos de dirección y desarrollado con éxito por el Grupo parlamentario.

Segunda razón

IU ha sido durante este período una organización abiertamente crítica con la incapacidad del gobierno del PSOE para ir más allá en materia económica y social. Hemos criticado y lo seguiremos haciendo su continuismo económico y sus consecuencias sociales. El modelo económico que encabeza el ministro Solbes, sus objetivos y sus prioridades son una limitación para avanzar en políticas sociales de izquierdas. IU ha estado durante este período confrontado con las políticas liberales, defendiendo los derechos de los trabajadores, los jóvenes y los sectores populares. Hemos sido la única voz que ha alertado contra la política fiscal, que se ha movilizado contra la misma y que ha denunciado sus efectos redistributivos injustos y regresivos. Hemos sido una voz claramente de izquierdas, inequívocamente de izquierdas que ha utilizado sus capacidades políticas con inteligencia: usar su poder de negociación para mejorar la vida de las gentes, argumentar sus principios para defender modelos económicos y sociales alternativos.

En temas económicos y sociales, se ha notado que IU tiene política propia, propuestas propias y criterios autónomos.

Tercera razón

IU ha mantenido durante este período un perfil de izquierdas, alternativo y transformador en la arena internacional que nos ha diferenciado claramente del PSOE y de sus limitaciones. IU se ha opuesto a la guerra de Afganistán prácticamente en exclusiva en el Parlamento; ha defendido la autodeterminación del Sahara; ha defendido la dignidad, los avances sociales y el derecho soberano de la revolución cubana a decidir su propio destino; hemos defendido con una consciente solidaridad la revolución bolivariana de Venezuela, su carácter radicalmente democrático y sus propuestas; hemos dicho en público y abiertamente que los cambios en Bolivia, incluidos los que afectaban a la nacionalización de los recursos estratégicos, eran un derecho del pueblo de Bolivia que había que respetar; hemos estado con Rafael Correa en Ecuador, con Lula en Brasil y con Tavarez en Uruguay. Y aquí en Europa nos hemos confrontado con la constitución Europea, hemos defendido la necesidad de un proceso de refundación de la UE en clave democrática, solidaria y progresista… hemos sido la referencia política alterglobalizadora y alternativa en España.

En temas de política internacional se ha notado que IU existe, que tiene opinión propia, política propia y perfil propio…

Cuarta razón

Cada propuesta de ley, cada pregunta parlamentaria, cada iniciativa política desde la dirección de IU se ha hecho con los movimientos sociales protagonistas. Durante este período hemos demostrado una capacidad de diálogo con la sociedad civil de izquierdas sin precedentes. De este modo creemos dar continuidad a una tradición de IU que está en el origen mismo de nuestra formación: ser un movimiento político y social, es decir, ser capaces de integrar las demandas y las reivindicaciones del conjunto de los movimientos sociales, convertirlos en propuestas políticas y en iniciativas legislativas.

Quinta razón

Esta capacidad de diálogo con la sociedad civil de izquierdas, con el conjunto de los movimientos sociales, sólo puede hacerse desde una visión de IU que haya desterrado cualquier pretensión vanguardista, que respete la autonomía de lo social, con capacidad de respeto y diálogo con lo diferente, con lo alternativo. Hacer de IU un verdadero movimiento político y social sólo es posible desde el respeto a la autonomía de IU y a su condición de movimiento plural, diverso y mestizo.

Sexta razón

Durante este período hemos aparecido como referente inequívoco de la defensa de un estado plurinacional, donde el avance en la gestión de competencias, en la capacidad de autogobierno y del derecho a decidir pueda ser entendido como un elemento normal de nuestro debate político y en la defensa de una perspectiva federal y republicana para nuestro estado.

No hay anomalía democrática más anacrónica que el mantenimiento de una institucionalidad monárquica para España. IU ha sido, es y será consecuentemente republicana y su defensa de esta propuesta se basa en una perspectiva de profundización de nuestro modelo democrático. No defendemos la opción republicana por nostalgia, defendemos una visión de la República para la España del siglo XXI.

Séptima razón

En este período IU ha sido la izquierda que primero denunció la deriva extremista del PP, que acabó con los tiempos ambiguos en la relación con el PP, que se confrontó sin asomo de duda al PP y a sus políticas. Hemos sido el baluarte social, político y parlamentario contra el PP. Y hemos puesto de manifiesto las debilidades del PSOE en la relación con el PP.

Octava razón

El reconocimiento de esta labor ha permitido mejorar las expectativas de IU en este período y ha tenido como consecuencia que Gaspar Llamazares sea considerado desde hace más de un año como el segundo político mejor valorado de España, por encima de Mariano Rajoy. Esta situación no se había producido nunca antes en IU. Pero lo más importante es que se trata de un capital político para toda la organización, es fruto de su esfuerzo y es el reconocimiento de un compromiso que tendrá positivas repercusiones electorales.

Novena razón

Necesitamos un grupo parlamentario más amplio y numeroso, necesitamos más fuerza institucional y política para seguir defendiendo políticas alternativas, propuestas de cambio real, mejoras sustanciales para las vidas de las gentes. Estamos convencidos que este es el deseo de mucha gente: un grupo de izquierdas con una fuerte presencia parlamentaria…

Décima razón

Todas y cada una de estas razones llevan también el sello personal, el compromiso de trabajo, la dedicación y el estilo de Gaspar Llamazares. Y son razones para apoyar su candidatura, para conseguir en este desafío democrático su revalidación como candidato de la izquierda transformadora, alternativa y plural a la presidencia del gobierno en nombre de Izquierda Unida.